Las internas peronistas
El general Perón solía decir que los peronistas eran como gatos en una bolsa, se peleaban pero al final todo se arreglaba, queda muy claro que el partido peronista tiene un método especial de elegir sus candidatos.
Primero van todos contra todos, con insultos y denuncias de todo calibre pero después se sientan en paz a repartirse cargos que consiguieron con el clientelismo político. Ahora la lucha es entre dos mujeres, Chiche Duhalde y Cristina Fernández, que en última instancia son las dos caras de una misma moneda. Poca ilusión puede hacerse el votante de lograr alguna transformación en la política argentina, si hace cuarenta años que nada cambia.
Primero van todos contra todos, con insultos y denuncias de todo calibre pero después se sientan en paz a repartirse cargos que consiguieron con el clientelismo político. Ahora la lucha es entre dos mujeres, Chiche Duhalde y Cristina Fernández, que en última instancia son las dos caras de una misma moneda. Poca ilusión puede hacerse el votante de lograr alguna transformación en la política argentina, si hace cuarenta años que nada cambia.
A seis meses de la tragedia de Cromañon
El 30 de Junio se cumplieron 6 meses de la tragedia de Cromañon, y los responsables están en libertad, Chabán en una isla del Delta, Ibarra ocupándose de llenar a Buenos Aires de cestos para la basura y vaya saber donde están los demás funcionarios implicados. La cuestión es simple, donde no hay castigo, el tiempo lo tapa todo, y los muertos vagan sin justicia. Con antecedentes como el caso AMIA o la Embajada de Israel, no hay mucha esperanza de que las victimas descansen en paz. Se sumarán 194 cadáveres más a la larga lista de injusticias de este país.
Ya se ha publicado en este mismo medio el tema de los estudiantes crónicos, aquellos que permanecen estudiando durante muchos años, con el gasto que implica para el Estado, que en este caso es un gasto y no una inversión ya que estos alumnos no avanzan en sus carreras y el costo se multiplica.
Sostener un estudiante durante un año cuesta $ 1.730, si se toma como ejemplo a la Universidad de Buenos Aires (UBA) con más de 294.000 alumnos, la cuenta es simple y el resultado es una cifra enorme. Si a esto se suma el alto porcentaje de deserción, ya que de 10 alumnos que entran, 8 abandonan en el camino, queda trunca una inversión que podría aplicarse a cualquiera de las urgencias que tiene el país.
De acuerdo con los datos de 2003 de la Secretaría de Políticas Universitarias de Educación, los universitarios argentinos tardan en promedio un 57% más de lo pensado en completar sus carreras, este dato también está confirmado por el Ministerio de Educación, que agrega que el 22,7% de los universitarios en el último año no aprobó ninguna materia y que el 12,5% no hizo ninguna actividad académica durante 2004. La tendencia marca que 2 de cada 10 no aprobaron ninguna materia y esto se viene reiterando en los últimos años.
Aunque cada Facultad tiene sus propias condiciones para ser alumno regular, la Ley de Educación Superior, en su artículo 50, establece que un alumno mantiene la regularidad cuando aprueba dos materias por año, pero el mismo artículo da carta libre a las facultades con más de 50.000 alumnos.
Por ejemplo en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, la profesora de la cátedra Periodismo de Investigación, Elizabeth Novillo Torres, recordó a un alumno al que apodan “el abuelo” porque lleva más de 20 años cursando la carrera. Otro caso es el de los ingenieros agrónomos que tardan un 80% más de lo esperado, o el de la doctora que tardó 50 años en recibirse en la Universidad de Tucumán y los estudiantes de Córdoba que hace más de 20 años cursan con un promedio de cuatro.
Sin embargo, aquellos que abogan por la privatización de las universidades deben informarse mejor, ya que el mismo problema existe en ese ámbito estudiantil, donde se sobreentiende que la obligación de un pago mensual y la exigencia horaria, más como un secundario que una facultad, debería provocar que los alumnos se reciban en tiempo y forma, pero según el Ministerio de Educación el 35% de estos alumnos se toman su tiempo en recibirse.
Por lo tanto esta problemática existe en ambas esferas, la pública y privada, aparentemente es la forma de ser de los estudiantes argentinos, que debería medirse más que por el tiempo que lleva estudiar, en términos de realidad social, que es la responsable en última instancia, de que una persona termine recibiendo su título universitario mucho después que el programado para esa carrera.
Desde la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Marta Kisilevsky manifiesta "tenemos un estudiante que no se dedica exclusivamente a estudiar. En los últimos censos se les pregunta si trabajan y la mayoría responde que sí. Eso hace que se produzca un atraso lógico" .
Por eso no se puede creer que a una persona le guste tener la vida en suspenso mientras estudia, que envejezca estudiando y que cuando logre culminar quizás ya no le sirva. Tener un sistema de becas que posibiliten la dedicación exclusiva implicaría la obligatoriedad de terminar por lo menos en un tiempo que corresponde.
Sostener un estudiante durante un año cuesta $ 1.730, si se toma como ejemplo a la Universidad de Buenos Aires (UBA) con más de 294.000 alumnos, la cuenta es simple y el resultado es una cifra enorme. Si a esto se suma el alto porcentaje de deserción, ya que de 10 alumnos que entran, 8 abandonan en el camino, queda trunca una inversión que podría aplicarse a cualquiera de las urgencias que tiene el país.
De acuerdo con los datos de 2003 de la Secretaría de Políticas Universitarias de Educación, los universitarios argentinos tardan en promedio un 57% más de lo pensado en completar sus carreras, este dato también está confirmado por el Ministerio de Educación, que agrega que el 22,7% de los universitarios en el último año no aprobó ninguna materia y que el 12,5% no hizo ninguna actividad académica durante 2004. La tendencia marca que 2 de cada 10 no aprobaron ninguna materia y esto se viene reiterando en los últimos años.
Aunque cada Facultad tiene sus propias condiciones para ser alumno regular, la Ley de Educación Superior, en su artículo 50, establece que un alumno mantiene la regularidad cuando aprueba dos materias por año, pero el mismo artículo da carta libre a las facultades con más de 50.000 alumnos.
Por ejemplo en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, la profesora de la cátedra Periodismo de Investigación, Elizabeth Novillo Torres, recordó a un alumno al que apodan “el abuelo” porque lleva más de 20 años cursando la carrera. Otro caso es el de los ingenieros agrónomos que tardan un 80% más de lo esperado, o el de la doctora que tardó 50 años en recibirse en la Universidad de Tucumán y los estudiantes de Córdoba que hace más de 20 años cursan con un promedio de cuatro.
Sin embargo, aquellos que abogan por la privatización de las universidades deben informarse mejor, ya que el mismo problema existe en ese ámbito estudiantil, donde se sobreentiende que la obligación de un pago mensual y la exigencia horaria, más como un secundario que una facultad, debería provocar que los alumnos se reciban en tiempo y forma, pero según el Ministerio de Educación el 35% de estos alumnos se toman su tiempo en recibirse.
Por lo tanto esta problemática existe en ambas esferas, la pública y privada, aparentemente es la forma de ser de los estudiantes argentinos, que debería medirse más que por el tiempo que lleva estudiar, en términos de realidad social, que es la responsable en última instancia, de que una persona termine recibiendo su título universitario mucho después que el programado para esa carrera.
Desde la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Marta Kisilevsky manifiesta "tenemos un estudiante que no se dedica exclusivamente a estudiar. En los últimos censos se les pregunta si trabajan y la mayoría responde que sí. Eso hace que se produzca un atraso lógico" .
Por eso no se puede creer que a una persona le guste tener la vida en suspenso mientras estudia, que envejezca estudiando y que cuando logre culminar quizás ya no le sirva. Tener un sistema de becas que posibiliten la dedicación exclusiva implicaría la obligatoriedad de terminar por lo menos en un tiempo que corresponde.
Bolivia es uno de los países más pobres de Sudamérica, con sólo ocho millones de habitantes y el 80% de su población en la absoluta miseria, ningún gobernante ha logrado cambiar eso. Sólo los levantamientos populares logran torcer las decisiones de los políticos, como en el 2003 cuando cayó el gobierno de Sánchez de Losada cuando quiso vender gas a Chile (país que le sacó la salida al mar), ahora lo mismo le pasó a Carlos Mesa, que renunció a la presidencia. Dos fuerzas están en pugna, los que están a favor de seguir esquilmando sus riquezas naturales y los que no. En lo único que está de acuerdo la gran mayoría de los movilizados es en la nacionalización del gas. Dirigentes como Evo Morales quizás representen a una parte de los bolivianos rebeldes, pero la sensación es que hay una voluntad generalizada de no permitir que se hagan más negociados con lo único que les está quedando. Pero lo más increíble es la ceguera de los políticos, que esperan llegar al extremo de una guerra civil y a permitir que se derrame sangre, antes de llevar a cabo la voluntad popular.
La convocatoria contra la impunidad que hizo Blumberg no tuvo el apoyo masivo de las anteriores, aunque fue cubierta por los medios, es posible con este tema sondear la idiosincrasia del argentino que olvida rápidamente o se cansa de las cosas. Lo mismo ocurrió con el “que se vayan todos”, o las asambleas barriales, etc. Se debe reconocer que hablar del argentino es juzgar a todos los habitantes de este país con la misma vara, se debe decir la idiosincrasia del habitante de la provincia de Buenos Aires o de la Capital, que es capaz de movilizarse por miles tras una causa y pasado un tiempo, abandonar.
Después vienen las quejas de que no hay políticas de Estado que trasciendan a los distintos gobiernos de cualquier signo político. Si los gobernantes son el producto de la sociedad que los generó, entonces, es tiempo de que cada uno empiece a tener continuidad y perseverancia en todas las cosas, desde las más pequeñas a las más grandes, desde las individuales a las colectivas, así, de esta manera se formarían otros dirigentes y otra sociedad.
Después vienen las quejas de que no hay políticas de Estado que trasciendan a los distintos gobiernos de cualquier signo político. Si los gobernantes son el producto de la sociedad que los generó, entonces, es tiempo de que cada uno empiece a tener continuidad y perseverancia en todas las cosas, desde las más pequeñas a las más grandes, desde las individuales a las colectivas, así, de esta manera se formarían otros dirigentes y otra sociedad.
El Consejo del salario resolvió que el sueldo básico sea elevado a $630, esto se concretará en forma escalonada hasta que se complete en julio. Según el Gobierno esto beneficiará a un millón de trabajadores, que son los que están en blanco. La consecuencia de esto es simple: en unos años sólo esas personas podrán jubilarse, entonces ¿Qué va a hacer el Estado con los trabajadores que están en negro?. Seguramente otorgarles una jubilación de indigencia, que hoy es de $70 mensuales, algo vergonzoso.
Pero esto puede revertirse, el Gobierno tiene el poder de enviar inspectores a exigir la inscripción de los empleados, lo cual provocaría dos ventajas: por un lado el Estado contraría gente para llevar a cabo estas acciones y por el otro el empleado estaría cubierto en el futuro. Sin embargo, hay un punto que se debe aclarar, las pequeñas empresas o PYMES, si tienen todo en regla como se les exige, no pueden sobrevivir, es hora que tengan una baja sustanciosa de sus impuestos, para que puedan blanquear a todos sus empleados.
Pero esto puede revertirse, el Gobierno tiene el poder de enviar inspectores a exigir la inscripción de los empleados, lo cual provocaría dos ventajas: por un lado el Estado contraría gente para llevar a cabo estas acciones y por el otro el empleado estaría cubierto en el futuro. Sin embargo, hay un punto que se debe aclarar, las pequeñas empresas o PYMES, si tienen todo en regla como se les exige, no pueden sobrevivir, es hora que tengan una baja sustanciosa de sus impuestos, para que puedan blanquear a todos sus empleados.
El domingo los franceses votaron y no aceptaron la constitución europea, increíblemente tanto los partidarios de la ultraderecha con Le Pen a la cabeza, como los socialistas, estuvieron de acuerdo en votar por no. Los primeros por una cuestión de nacionalismo y xenofobia, ya que no quieren extranjeros trabajando en Francia, en primer lugar y por otra parte que cobren sueldos magros, que ocasiona una baja en los sueldos de los franceses. Para los segundos, el problema reside que la constitución europea tiene, en algunos de sus artículos medidas neoliberales que afectarían las protecciones sociales que mantienen hace cincuenta años. Ahora, queda otra instancia de votación, entonces se verá si la presión de toda Europa es más fuerte, que la voluntad de los franceses.
Que aumenten los salarios es el sueño de todos los argentinos con relación de dependencia. Los sueldos quedaron parados desde la década del noventa, cuando se ganaba 300 pesos o dólares de salario mínimo, que hoy sería más o menos 1.200 pesos, pero la realidad es que son muy pocos los que cobran esa suma, hoy se cobra entre 200 y 300 pesos mensuales. Sin embargo, hay una fuerte presión de los empresarios para que no haya aumento salarial, porque, según ellos, esto provocaría automáticamente el aumento de la inflación. El economista Roberto Dvoskin, de la Universidad de San Andrés, adelantó que la inflación se dispararía si hay una suba en los salarios. En mayo, según elINDEC fue de 0,5%, es decir que lleva acumulado en lo que va del año un 4,5%, cifra para los que tienen unos años encima y recuerdan la hiperinflación de Alfonsín es casi inexistente, pero querer asustar a la gente con que si se aumentan los salarios, se dispara la inflación, es perverso. A lo que hay que prestar atención es que los empresarios trasladan a los precios los aumentos salariales y eso sí es peligroso. Si la gente no tiene poder adquisitivo, el mercado interno no se mueve y esto no beneficia ni a empresarios ni a nadie.
50 años estudiando medicina
Esta semana en la Universidad Nacional de Tucumán, una estudiante(de la que no se supo ningún dato) que había comenzado sus estudios en marzo de 1954, logró acceder a su título de doctora en medicina, es decir que tardó cincuenta y un años en cumplimentar todas las materias. Aunque seguramente este es un caso extremo, puso la atención sobre el problema de los estudiantes llamados crónicos, son aquellos que están más de diez años estudiando carreras que deberían terminar en cinco. Por un lado se puede pensar en estudiantes eternos que siguen generando gastos, pero por el otro se debe considerar que la gran mayoría trabaja y estudia, y esto los obliga a ir a un ritmo mucho más lento que aquel que lo hace en forma full time. Según se informó en la UBA, 2 de cada 10 alumnos no se presentaron a ningún examen en todo el año pasado, pero esto se puede leer también como que 8 sí lo hicieron y lo pudieron hacer porque todavía en este país la universidad es pública y gratuita. Tomar un caso testigo para que la gente piense que todos los estudiantes son haraganes, es otro intento de aquellos que pretenden privatizar la educación universitaria en la Argentina.
Subió el índice de desmpleo
Esta semana, se informó que la tasa de desempleo subió al 13% en los últimos tres meses, el gobierno salió al cruce justificándolo como un tema meramente estacional. Lo real es que este porcentaje involucra a millones de argentinos, que intentan volver al mercado productivo. Según Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo(CEDEP) de la UBA, la economía está llegando al tope de su capacidad instalada, es decir que si no hay más inversión no habrá más empleo. Ahora, las grandes empresas crecen en productividad, pero con la misma cantidad de empleados. Es su política cada vez ganar más, pero si es posible sin aumentar puestos de trabajo ni sueldos. Por lo tanto, las únicas que podrían generar más ocupación son las pequeñas y medianas empresas, pero éstas en su gran mayoría, después de la crisis, no puede acceder al crédito ya que, o están en el Veraz o deben impuestos, así no pueden crecer y consecuentemente no pueden tomar más gente. El gobierno debería decretar una amnistía para las Pymes, que en última instancia son las responsables de que el desempleo haya bajado.
Parece que todo tiempo pasado fue mejor, ya que la reforma en los mecanismos de evaluación y asistencia de los alumnos de séptimo, octavo y noveno, es una marcha atrás de lo que se ha hecho hasta ahora. Van a volver a dar matemáticas, física, química, idiomas, lengua, biología , geografía e historia, las materias que prácticamente habían desaparecido de los contenidos, o se daban superficialmente. Los exámenes vuelven a ser trimestrales y se aprueba con 7. Puede ser que con esta vuelta al pasado, entrar en las universidades no sea más tan difícil y no deje el tendal de bochados, como hasta ahora.
EL CASO CHABAN ES UN GOLPE MÁS PARA LA POCA CREDIBILIDAD DE LOS ARGENTINOS
Al poner en libertad a Omar Chaban, el único encarcelado en la tragedia de Cromañon, se le da la razón a la enorme cantidad de argentinos sobre la poca fe que le queda en el sistema judicial de país.
El poco sentido de la oportunidad de los jueces, se vio evidenciado en la marcha de seis mil personas por las calles de la Capital, esto demuestra que los jueces viven aparentemente ajenos a la realidad que los circunda o bien son pasibles de convenientes arreglos. Lo que la gente percibe está muy distante de los vericuetos de la ley que permite que Omar Chaban tenga la posibilidad de esperar su juicio en libertad, cuando las cárceles están colmadas de personas sin juicio por años enteros.
Cuando el 25 de Mayo, MauricioMacri y Lopez Murphy hagan oficial su acercamiento, para competir como oposición en el 2007, todo encajará en su lugar ya que los dos responden a los mismos intereses y se dieron cuenta que era una pérdida de votos y tiempo salir al ruedo por separado. De lo que se puede dudar son las razones del acercamiento, parece que responden a presiones del empresariado que prometieron financiar la campaña si se unían. La pregunta que aquí cabe es ¿ qué tendrán que hacer, si llegan al poder, para devolver el favor ?. La respuesta que quede al criterio de los lectores.
